miércoles, 15 de abril de 2009

Realidad - Lenguaje = Pensamiento

¡¡Qué razón tenía Pedro!!

Pedro, el sabio, un día me habló del pensamiento, del lenguaje y la lectura... y de por qué no le gustaba leer y sólo lo hacía cuando le era indispensable para seguir avanzando en su camino. Me explicó cómo, según la filosofía oriental, quizás la más convergente con el resto de las que he conocido hasta ahora, el escapar al pensamiento era un gran paso para llegar a la unidad del universo... O, la forma más cercana a mi interpretación, cómo el pensamiento entendido como la interiorización del lenguaje es una traba a la hora Comprender de forma más profunda, o si quereis más rica, con mayor número de matices, que lo que la hermética caja del lenguaje nos permite.

Más tarde, aunque yo ya había tratado de experimentarlo de forma más o menos casera y no rebosante de interés, descubrí que esa vía era una de las utilizadas en la meditación al terminar la práctica del kung fu.

Pero hay más...

el lenguaje no sólo va a condicionar la serie de razonamientos lógicos que se dan en nuestra mente. Al mismo tiempo acota el universo de nuestros sentidos... esto es, no hay más colores que los que podemos nombrar, ni más sabores... En otro plano quizás, tampoco hay más tipos de relaciones entre seres humanos simplemente por el hecho de que no tenemos palabras para definirlas.

Cambiar los términos, es decir, los vocablos, para referirse a algún hecho, a algún partido político, a alguien en concreto... contribuye a cambiar de forma profunda la visión subjetiva que la sociedad puede tener. Esto se sabe y es practicado a menudo por medios de comunicación y por políticos: supongo que no pilla muy lejos la invención aznariana de "movimiento vasco de liberación" durante la negociación de su gobierno con ETA y la posterior rebautización como ETA cuando se encontraban de nuevo en la oposición.

Pero volviendo de nuevo al pensamiento y al lenguaje, me gustaría compartir alguna experiencia personal. Algo interesante que he podido experimentar han sido los cambios que en mi cabeza acontecían cuando empezaba a hablar de forma continua otros idiomas, dígase inglés, dígase alemán.

Por un lado la desespecialización, que en parte lamento. Me refiero a una ralentización a la hora de encontrar el termino exacto en castellano. Sin embargo, me gustaría creer que lejos de haber cerrado aún más las fronteras, la desorganización de mi cerebro me está permitiendo salir un poco por los resquicios que van quedando y así tener una oportunidad más de investigar la verdadera naturaleza de la realidad. No sólo al tener un mayor número de términos para definirla sino también al hacerme quedar en blanco, just feeling, ante algunas situaciones, las cuales me sorprenden con una familiaridad inusitada, ese tipo de familiaridad como la que causa un olor que de pronto nos transporta profundamente lejos, a nuestra juventud, a aquel poyete de playa, con el calor y la luz y los pies llenos de arena.

No podría haber introducido de mejor manera el video de Redes, el estupendo programa de televisión (madrugada de los domingos en La 2), que con esa cadena de sensaciones. Cómo un olor puede ser realmente arena en los pies podría ser interpretado como Sinestesía. Sobre esto trata el programa, sobre la capacidad de algunas personas de explorar la realidad del mundo con varios sentidos a la vez. Una capacidad que es probable que todos hubiéramos tenido al nacer y que con el paso del tiempo hubiésemos ido compartimentando entre otras cosas con la ayuda del lenguaje.

El lenguaje ha sido la principal herramienta en la historia de la evolución humana, sin él no hubiéramos llegado muy lejos. Pero ha tenido también un coste importante: matices, sentimientos, relaciones...

Por todo ello quiero romper una lanza a favor del escape del lenguaje, al menos temporalmente. A favor de la realidad que se nos escapa y que tal vez podemos tratar de perseguir un poco más. A favor del maestro Pedro.


9 comentarios:

  1. Facundo Cabral, un cantor argentino de los 70, lanzó una pregunta en medio de uno de sus temas. Dijo que no podemos estar seguros de que cada uno vea el rojo de la misma forma... Esta simple frase fue una de las ideas angulares de mi vida, Klaus. ¡Una radiación con una determinada frecuencia, fija y determinada, provocaba una sensación que llamamos ROJO!... pero ¿todos vemos el rojo como lo percibo yo?

    Esta pregunta se la hace ahora el neurocientífico del video.

    En estos días estoy leyendo precisamente un libro de Punset, "El alma está en el cerebro"... y me tiene fascinado la idea de que el cerebro no retrata la realidad tal y como es. No hace eso... lo recrea a medida de nuestra necesidad y eso implica que cada ser humano pinta una realidad distinta ante los mismos-idénticos estímulos sensoriales... y esto explica la dificultad para entendernos... y explica la necesidad del lenguaje a pesar de su limitación...

    Y justamente hoy escribes esta entrada sobre las lenguas... ¡hay casualidades!

    Muy bueno, Klaus... escribes muy bien y, sobre todo, desarrollas ideas muy interesantes.

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  2. Y qué te parece si te recuerdo que, además, todas las variables astronómicas, las nucleares, moleculares, biológicas... que se miden a diario para intentar responder la infinidad de preguntas que tenemos. Por ejemplo, ¿de dónde viene el universo?

    TODAS, absolutamente todas, están sesgadas por nuestros sentidos.

    ¿Eso significa que nunca hayaremos la buscada respuesta? ¿O significa que obtendremos una respuesta sólo y exclusivamente adecuada a nuestros sentidos?... ¿Dónde se esconde la verdadera realidad objetiva?

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  3. Existe.La verdadera realidad objetiva debe existir, al menos es lo que hace que muchos nos sigamos moviendo, pensando y debatiendo con el fin de encontrarla.La verdadera realidad objetiva acerca de todo y de todos, porque detrás de cada cosa y de cada uno de nosotros se esconde una verdad única.El creer eso permite que no perdamos la ilusión por descubrirla, por encontrarla, eso sí, con la certeza de que posiblemente nunca la hallemos, ya que como bien dices, querido Klaus, nuestros sentidos afectan y mucho.Todo lo que sabemos y somos desde que no éramos nada (porque antes de ser algo ya estábamos influenciados y predeterminados a pensar de una manera: la de nuestros poadres, nuestra sociedad, etc.)influye.Pero cuando alcanzamos la madurez y somos conscientes de esa influencia... entonces, y sólo entonces estamos preparados para alejarnos de ella, olvidar los prejuicios y lanzarnos a descubrir todas las respuestas a esas miles y miles de preguntas que tenemos en nuestras cabecitas( a veces llenas de pájaros hermosos,aunque algunos no lo entiendan.Respuestas que quizás no sean las deseadas, pero sí las reales.Lo que ocurre es que hay respuestas que asustan y por ello es más fácil dejarse llevar por los sentidos y pensar lo que queremos pensar.Por eso, quienes van más allá, quienes profundizan y no se conforman con lo establecido, quienes quieren saber qué más hay acerca de todo...esos, son unos valientes;)

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  4. Sin embargo, Klaus, aceptada la subjetividad del mundo que percibimos, Distinto_Y_Similar para cada hombre, existe alguna que otra evidencia que todos aceptamos inevitablemente. ¿Qué sería de la ciencia sin eso? Hablo de las piedras_angulares que permanecen al margen de toda subjetividad… la manzana cae del árbol, exista un observador o no exista; el agua hierve, en condiciones determinadas, a la misma temperatura, con o sin observador. Los hombres aceptamos —nuestro neocortex acepta y asume— algunas evidencias y las convertimos en las piedras_angulares a partir de las cuales tratamos de explicar un comportamiento previsible… y para eso desarrollamos todo tipo de hipótesis, teorías o propuestas en el intento de explicar el mundo. Otra cosa es que acertemos en esa tarea… la ciencia es un intento continuo por conocer anticipadamente el comportamiento del universo, y queda el infinito por descubrir.

    Sí, Klaus, por muy subjetiva que sea la realidad (o sea, la interpretación que hace cada cerebro de los estímulos que recibe) la ciencia conseguirá que aceptemos por consenso algunas explicaciones… de momento, y mientras no encontremos otras mejores.

    Otra cosa es ponernos a hablar del conocimiento del otro… me temo que en esta parcela no hay ciencia que valga, cada ser humano (cada cerebro) es esencialmente imprevisible, no existen parámetros suficientes para entender su configuración…

    …no tienes más que mirarte…

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  5. La verdadera realidad objetiva no está en la respuesta, sino en la pregunta. La pregunta siempre se hace desde la verdadera realidad subjetiva (gran jaula liberadora) y contiene precisamente las bases de lo que propones en tu espléndido escrito, es decir, la asunción de la grandeza y limitación del lenguaje. Quizá sería bueno saber que la mejor respuesta a una pregunta es otra pregunta, hasta formar una cadena que arropa la realidad y reconoce que somos una parte de ella.

    Gracias y saludos.

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  6. Pedro Dice:

    No hay objetividad. El mundo no existe.

    No hay subjetividad. Yo no existo.

    La verdad es mucho mejor que lo objetivo y que lo subjetivo. La verdad es intersubjetiva.

    Cualquiera podrá rebatir mi argumento en base a que lo intersubjetivo ha de estar referido a lo objetivo, o a lo subjetivo... pero es que si no ponemos a hacer relativismo cualquier cosa se puede referir a cualquier cosa.

    Lo importante no es qué es más cierto, sino qué preferimos. El no buscar la certeza sino el gusto representará una muestra de cobardía, pero el hecho es que desde que nacemos hasta que morimos nos movemos por hedonismo.

    Así pues, en lugar "realidad - lenguaje = pensamiento", yo no citaría el concepto de realidad porque porque éste (como palabra que es) puede quedar prematuramente referida a campos objetivos (o de otro tipo), yo diría "nombre" más que lenguaje (porque el mal radica es la distinción entre conceptos, entre matices, entre nombres, entre esencias, entre cosas que antes de aprender a hablar confundíamos y que ahora distiguimos... creo que el problema se halla en la distinción), yo más que "pensamiento" diría "felicidad" (que me parece que es nuestro camino). Luego, pretendo desplazar la ecuación desde el campo cognitivo hasta el campo afectivo: aquí creo que se encuentra la auténtica verdad, en el placer.

    Y el "nombre" sirve de distracción que nos distingue (a nosostros y a tantas cosas) del placer, con el fin de acomenter un feliz camino de cambio entre etapas que no pueden ser identicas entre sí si se quiere emplear el cambio como patrón crucial en la dinámica lúdica del caminar. El problema aparece cuando toca andar etapas que nos alejan de la verdad (del placer, del afecto,...), entonces la desgracia se nos viene encima y nuestra vida no sirve nada más que para contribuir a un placer mucho mayor que es el juego universal. Pero tranquilos, la geometría nos dice que todo lo que tiene límite por una parte tiene límite por todas las partes; todo lo que comienza acaba, todo lo que no el Todo muere; así pues, los caminos parciales habrán de ser desandados.

    No podemos elegir hacia donde andamos, pero sí hacia donde miramos en nuestro caminar. Es una locura caminar mirando hacia atrás, pero probadlo ¿a ver si una vez que lo hagamos seguimos pensando que es una locura?

    El camino, la vida, el Tao,... es un juego para disfrute de jugadores (entre los que estamos nosotros, los dioses, la piedras, el Todo, y tantas cosas,...). Ampliando nuestro campo de visión (mirando hacia todos los lados, inclusive hacia atrás) nos daremos cuenmta de que esto es así. Entonces disfrutaremos de la existencia, aunque vayamos perdiendo, aunque caminemos en sentido contrario al placer. Hagamos lo posible por fundirnos y confundirnos con el Uno, y si esto resulta imposible al menos mirñemosle aunque ello signifique mirar hacia atrás y arriesgarnos a recibir los trapajazos inherentes al demabular del cangrejo; semejante locura aporta más felicidad que que un precavido andar mirando hacia adelante con la epseranza perdida de la meta. Lo importnete, más que lo correcto es lo que preferimos. Ya nos llegará el turno de deshacer el camino. Y si no nos toca a nosotros el afortunado turno, les tocará a otros (con quienes nos confundiremos felizmente -en su fortuna- si hemos si en nuestra opurtunidad de juego hemos sabido mirar hacia el centro de la confusión. Se trata de lo que prefiramos,...

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  7. Bien Milano... no se trata ya de poner en duda la eficacia del método científico para elaborar teorías que lleven a predicciones que luego serán ciertas o no, retroalimentando así la formulación de la primera hipotesis. Se trata más bien de que la ciencia, y al decir esto estamos entrando ya en un plano más metafísico que físico, se trata de que la ciencia desarrolla su actividad dentro de los límites de la percepción humana, incluso un poco más allá pero tampoco demasiado.

    Por ejemplo, ahora podemos detectar longitudes de onda fuera de la posibilidad de nuestra visión, lo que aplicado a la hoja de una planta nos puede decir su estado de salud...

    Sí, las predicciones que hace la ciencia son del todo correctas (cuando se comprueban claro) y además es la única forma de explorar el mundo que tenemos. Pero es sólo el mundo que vemos, oimos, sentimos, olemos y degustamos...

    Tampoco quería llegar tan lejos, no me gusta hacer elucubraciones acerca del "más allá", de nuestros sentidos quiero decir. Por ahora nos conformaremos con lo que la ciencia nos da como válido.

    ¡¡Salud!!

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  8. Hola Elefante, gracias por el comentario...

    Qué grandes palabras. ¿Alguna vez has llegado al punto de sólo poder exponer un problema partiendo de las interrogantes que plantea?

    Para mí, será por mi trabajo, es algo tan esencial que a menudo no soy capaz de explicarme claramente si no es gracias a estos inteligentes símbolos "¿?".

    Se me aparece como un avance mirando hacia atrás, hacia lo que ya sabemos y claro, es lo subjetivo... pero es un camino bonito, ir engranando conocimientos para luego admirar la senda recorrida y plantear nuevos caminos que construir.

    Y ahora se me ocurre... el motor... la curiosidad que mueve al caminante. Bonito tema para un futuro post, ¿no crees?

    Un abrazo Elefante.

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  9. Hola Pedro, disculpa la tardanza. Me ha encantado verte por aquí. No sabía si visitarías la página. Muchas gracias por las aclaraciones, siempre es un gusto escucharte/leerte. Espero que nos veamos pronto, que he oido que estuviste por la ciudad y no llamaste...
    Bueno, solo decirte, que me quito el sombrero con tu comentario.
    Un abrazo de los que se dan fuera del bar.

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